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De guardias sin descanso a la modernización sanitaria. Nuestra historia en los recuerdos de Mariluz Montón
Las matronas han sido pilares fundamentales en la mejora de los servicios sanitarios de maternidad en España, y como matrona, he querido explorar, a través de una matrona que comenzó su carrera en los años 70 del pasado siglo, la evolución de la profesión para poder compartirla con vosotras.
Para acercarme a lo que ha sido nuestra historia en Teruel en los últimos 50 años he decidido acudir a Mariluz Montón, que desde siempre había querido ser matrona y para ello comenzó a estudiar ATS en 1971 en la Escuela de ATS de Teruel y cuando terminó en 1974, aprobó el examen de acceso para entrar en la Maternidad de Santa Cristina de Madrid. Su experiencia y dedicación reflejan nuestros valores esenciales. A lo largo de su carrera, ha visto cómo la profesión de matrona ha ganado el reconocimiento y el valor que merece gracias a la entrega y al esfuerzo de profesionales como ella, que han contribuido a elevar los estándares de los servicios sanitarios de maternidad en España. Su compromiso y entrega han favorecido el avance de la atención a las madres y los recién nacidos para ofrecer un cuidado cada vez más humano y profesional.
L: Mariluz, ¿por qué te fuiste a estudiar a la maternidad de Sta. Cristina?
Mariluz: Porque Antonia Carballo, una matrona que estaba trabajando en Teruel, me dijo que la mejor escuela para formarse era la de Sta. Cristina, ella era gallega y se había formado allí y estaba trabajando en Teruel. Como a mi lo que más me gustaba era rotar por Maternidad, siempre que podía estaba con las matronas y tenía muy buena relación con ellas.
L: Cuéntame cómo era la formación en aquella época
Mariluz: La formación era en régimen de internado, además de hacer guardias en paritorio, (mañana, tarde y noche sin descanso) teníamos que hacer turnos de enfermera en la planta de maternidad y en pediatría. Recuerdo que a las 11h de la mañana comenzaban las clases teóricas que nos daba el Dr. Zamarriego que era ginecólogo, el Dr. Villa que era neonatólogo y el Dr. Prieto que también era ginecólogo y que nos instruyó en sofrología y preparación al parto.
Éramos 30 alumnas por curso y muchas de ellas eran monjas. Había muchísimos partos, como 120 al día. Yo en una guardia podía hacer una media de 10, cuando terminé el curso había realizado 500 partos y el título lo conseguí después de pasar un examen oral y otro escrito ante un tribunal de varios profesores. En todo el año solo tuve una semana de vacaciones en julio, que me vine a Teruel.
L: ¿Cómo era el Hospital Obispo Polanco cuando tú comenzaste a trabajar en 1975?
Mariluz: Solo había un médico por cada especialidad que trabajaban por las mañanas y después estaban localizados, el resto del día había un médico residente, que era el que me ayudaba ante una urgencia mientras venía el ginecólogo de guardia.
Yo llegué a hacer 1 parto de nalgas porque no llegaba el ginecólogo y un gemelar. En varias ocasiones hacía de ayudante del ginecólogo en las cesáreas. En los quirófanos unos especialistas ayudaban a otros.
En ginecología era el Dr. Moreno. Pero no solo eran escasos los médicos, antes de llegar yo sólo había 3 matronas: Antonia Caraballo, que era gallega y que tenía 34 años; Pilar Navarrete, que era de Teruel y tenía 50 años; y Pilar Gorriz que tenía 33 años. Así que fui muy bien recibida porque antes de llegar yo, ellas trabajaban 7 mañanas, 7 tardes y 7 noches, sin poder librar ningún día. Cuando llegué yo, ya hubo un correturnos y hacíamos 5 mañanas y descansábamos 2; trabajábamos 6 tardes y descansábamos 1; y 7 noches y descansamos 3 días.
En aquel momento había unos 900 partos al año. Muchas mujeres seguían pariendo en los pueblos, donde eran atendidas por los médicos o practicantes y matronas de APD (Asistencia Pública Domiciliaria) que estaban asignadas en poblaciones de más de 1500 habitantes. Aunque sólo había en Monreal, que era María Victoria, en Calamocha que estaba Celia y en Ademuz estaba Felisa Antón, que en 1977 se vino al Hospital hasta que se jubiló. Estas matronas llevaban el control del embarazo, atendían los partos y hacían el seguimiento del recién nacido
En el año 1957, ante la escasez de matronas, el Ministerio de la Gobernación acumuló las plazas vacantes de Matrona titular de Sanidad a los Practicantes titulares, quienes percibían el 50% de la dotación que percibían las matronas.
Pero la escasez de personal se daba en todas las profesiones. Recuerdo una noche que tuve 5 partos y como no había limpiadora utilicé los 2 paritorios, el quirófano y las 2 dilataciones, a partir de ese día pusieron limpiadora en el turno de noche.
L: En aquellos años ¿Cómo era la estructura sanitaria en Teruel?
Mariluz: Estaba el H. Obispo Polanco, la Clínica privada de San Fernando, por cierto donde yo nací en el año 1951 y dónde trabajaba el Dr. Moreno, que a la vez era el ginecólogo del Polanco y en el Hospital Provincial también había maternidad, donde trabajaba el Dr. Román Navarrete que en el hospital Provincial ejercía de ginecólogo y en el H.Obispo Polanco de traumatólogo.
En el hospital Provincial había dos matronas Silvina Navarrete y Presentación Esteban, que era la presidenta del colegio de matronas de Teruel. En aquella época las matronas teníamos colegiación independiente de los ATS y enfermeras, aunque solo seriamos unas 8 colegiadas. Ellas estuvieron haciendo partos allí hasta el año 1981, que cesó la maternidad y hasta que se jubilaron vinieron a curar las episiotomías a las mujeres del H. Obispo Polanco.
En la clínica de San Fernando se dejaron de hacer partos en 1978, yo estuve trabajando allí con el Dr. Moreno hasta ese año, que nació mi hijo.
Recuerdo que en 1976 vino el Dr. Forner de ginecólogo y luego siguieron viniendo más, creo que a partir del año 1983 comenzaron a hacer guardias de presencia física los ginecólogos y pediatras. Hasta entonces la reanimación de los recién nacidos también la hacíamos las matronas, realizábamos todas las maniobras necesarias y administramos medicación.
L: ¿Cuándo comenzasteis a realizar turnos de 24?
Mariluz: A los pocos meses de llegar yo a Teruel se fue por traslado Pilar Gorriz y llegó Pilar Torromé, por lo que seguíamos siendo 4. En 1982 se trasladaron Pilar Torromé y Antonia Caraballo, pero llegaron Mónica, Montse Capella, Ana Uriz y Maite Zabalza, la plantilla ya era de 5 matronas y en 1984 comenzamos a hacer turnos de 24 horas y librar 4 días, luego en el año 1989, se amplió 1 plaza más y así nos podíamos coger alguna guardia libre, además de que nos pudieran cubrir las vacaciones, ya que no era nada fácil conseguir contratar a matronas para cubrir las vacaciones.
La trayectoria de Mariluz Montón es un testimonio vivo de la transformación de los servicios de maternidad en Teruel y en España en general desde los años 70.
Desde luego, la asistencia en los partos y los controles del embarazo han cambiado de manera sustancial en los últimos 50 años, pero podemos ver que las escasas plantillas de profesionales no es nada nuevo y que las dificultades nos acompañan siempre y se superan con el esfuerzo, la pericia y la maestría de los profesionales que siguen apoyándose en los avances tecnológicos y la formación continua, que mejoran significativamente la calidad de la atención.
Agradecemos a Mariluz por compartir su valiosa experiencia y por su incansable labor, que seguro seguirá inspirando a futuras generaciones de matronas.
María Lourdes Ortiz Villanueva
Matrona en el Centro de Salud de Cella, Teruel
Vocal del Colegio Oficial de Enfermería de Teruel